miércoles, 26 de julio de 2023

Jíbaro

 

—El caso del cazador de cabezas se cerró hace cinco años.

—Parece que nos toca reabrirlo —dije sin el más mínimo dejo de ironía.

El galpón estaba a medias vacío. El desconocido había huido dejando sus útiles de taxidermia abandonados. Diferentes tipos de bisturíes, escalpelos, pinzas y fórceps.

Recipientes de uso quirúrgico, frascos oscuros con variadas sustancias: formol, cloroformo, arsénico, restos patológicos y otras más difíciles de inventariar.

Dentro de una retorta sombría se divisaba una parte de su última presa.

El reducido trofeo tenía los ojos desorbitados a causa del estupor.


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