miércoles, 30 de agosto de 2023

A quien corresponda

 

No sé si aún te recuerdas. ¿Podrías haberlo olvidado? ¿El olvido puede más que los sentimientos? Yo no puedo, ni quiero olvidarlo. Es más, pagaría el dinero que no poseo, por volver a vivir aquel instante eternamente. Cierro mis ojos, y te veo como ayer. No estoy hablando de juventud y lozanía. No me refiero a belleza, cualquiera sea el sentido que uno le dé a ese concepto.

Como ayer… alegre y despreocupada, y parafraseando a Serrat: “dispuesta a jugar el juego, que mejor juegas, y que más te gusta”. ¿Entiendes de qué estoy hablando? ¡Si!... de aquel día, mejor dicho, de aquella tarde de verano. ¿No estás vibrando de solo recordarlo? ¿En serio no te causa nada? En cambio, yo…

Estabas parada con tu vestido etéreo al trasluz, el viento caliente soplaba y la tela se adhería a tu talle. Tu cabellera lacia se agitaba rebelde. Y lucías más pecosa que nunca, piel rosada; labios incitantes. En este punto, debo admitir el recuerdo se vuelve borroso, o es que no son tan memorables. Pero lo siguiente que rememoro, es los dos en la cama. Librando un combate incruento. Cada uno preparaba sus armas con paciencia, y atacaba en el sitio preciso dónde nacía el goce.

Estabas espléndida, parecías una tormenta en el mar.

Un espectáculo bello, pero sobrecogedor. Cuando te paras a la orilla del risco y recibes el ventarrón en tu cara. El aroma salobre que excita tus sentidos. Las negras nubes y las centellas que iluminan de ratos. El ruido del viento y los truenos. El vendaval.

Te quieres alejar. Huir. Pero no puedes, la tormenta te atrae. Entonces, sin pensarlo, me zambullo en tus tibias profundidades. Todo se agita a mí alrededor. Subo, giro y caigo; arrastrado por tu huracán. Me da miedo, pero me fascina como una montaña rusa. Y luego, cuándo todo se tranquiliza, veo en la oscuridad azul, tu imagen. El silencio profundo, como estar en el útero materno y la misma paz. Entrelazados, mis brazos y los tuyos, nuestras piernas y las sábanas.

¿Realmente, lo has olvidado?

¿O estás haciendo algún tipo de broma?

¿O son mis recuerdos los que juegan con mis sentimientos? 

1 comentario:

Carolina Reyes dijo...

Que hermoso. He visto una historia de un chico en Instagram y he saltado a tu blog. Es lo primero que leo de vos y con esto me basta para saber que eres un gran escritor. Bárbaro. Te aplaudo de pie. Seguí escribiendo porfavor.