martes, 12 de septiembre de 2023

Monstruosidades

 

Surgió de la nada, cuándo pensé que ya estaba a salvo.

Por lo general, los intrusos no se aventuraban en mi cueva.

Pude darme cuenta que tenían miedo a la oscuridad y se movían en parejas.

Este era la excepción. Estaba solo y armado.

Quedé paralizado mirando su rostro dentro de la escafandra transparente.

Ese aspecto horripilante.

Los cabellos rubios, el gran orificio rosado bajo la prominencia en el medio de su rostro, y sus ojos (¿serían sus ojos celestes?)

De entre mis escamas saqué el arma y le disparé.

Un líquido púrpura manchó su traje aislante. 

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